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El futuro en la edición y publicación de productos culturales
Uno de nuestros objetivos es contribuir en la definición de lo que será el futuro de la edición y de la publicación de productos culturales. En Ubicuo Studio nos sentimos responsables del futuro de la cultura - sentimos que nuestros hijos y nuestros nietos heredarán los conceptos que hoy en día estamos ayudando a crear y a divulgar. Por ello, cuidamos con detalle cada uno de nuestros proyectos: pensamos en ellos como semillas de lo que será el futuro.
Las tres revoluciones
Contribuimos activamente en la creación de tres revoluciones que cambiarán la manera que tiene la gente de consumir cultura. Estas tres revoluciones son: la revolución de la distribución, la revolución del contenido y la revolución del lector.
La revolución de la distribución
Esta revolución es realmente importante. Nos permite crear productos culturales sin tener que pensar en fronteras (importación, exportación, aranceles, aduanas, contratos de distribución). Nos permite llevar nuestra cultura a todos los sitios del mundo y, además, llevar la cultura de otros países a nuestro hogar. En este sentido, esta revolución rompe con todas las barreras que han hecho que la cultura no pueda fluir libremente entre los países. Además, esta revolución nos permite producir y distribuir productos culturales con una inversión mucho menor , ya que no hay costes añadidos de transporte, logística, gestión de stock, etc.
La revolución del contenido
La revolución del contenido nos permite pensar los productos culturales de una manera diferente. Lo único que nos puede frenar es nuestra imaginación. Podemos publicar libros con contenido multimedia, con videojuegos interactivos, documentales con textos a varios idiomas, etc. etc. etc. Escribimos tres etcéteras porque es así: los límites nos los ponemos nosotros.
La revolución del lector/espectador
Esta revolución implica que el lector o espectador pasa de ser un simple receptor de información a ser, también, creador de información. Desde la misma aplicación, el lector puede conectarse a su twitter y hacer un tweet, puede enviar un e-mail, puede crear obras de arte y compartirlas en las redes sociales, puede… Otra vez: los límites nos los ponemos nosotros. El usuario, así, pasa de ser pasivo a ser realmente activo.
Además, esto nos permite motivar a los amantes de la cultura, ¡recuperarles! Al fin y al cabo, si están acostumbrados a estar en twitter, en facebook y a jugar al angry birds,… Vayamos a buscarles: ofrezcámosles lo que necesitan.