¿Qué tal si usamos nuestro móvil en la ópera?
Hace ya tiempo hablamos de la posibilidad de usar dispositivos móviles en un concierto, no como dispositivos para poder hacer fotos y mandarlas a nuestros contactos mostrando dónde nos encontramos; sino como parte del propio concierto. En concreto hablamos de la entrada que escribimos hace ya casi dos años en la que hablábamos de la app de Dan Deacon en la que una multitud (asistentes al concierto) pueden participar activamente en el concierto a través de sus móviles.
Live/Revive/Lament
Live/Revive/Lament es una producción de Silent Opera en la que los dispositivos móviles de los espectadores cobran protagonismo. Se trata de tres instalaciones operísticas que tienen lugar en tres espacios diferentes. Los artistas, un actor, un bailarín y un cantante de ópera, interpretan simultáneamente su papel en los diferentes escenarios. El espectador (sin asiento) podrá seguir en vivo y en directo una de las tres performances que se están realizando simultáneamente, pero con la app tiene la oportunidad de “estar en dos sitios a la vez”. Es decir, ver lo que hace el bailarín vía la app mientras está en el escenario donde actúa el cantante de ópera.
El estrés de tener que elegir
Este concepto nos recuerda al de la literatura ergódica que mencionamos en una de nuestras entradas sobre el futuro del libro. El espectador, en este caso, tiene la oportunidad de elegir diferentes posibilidades. Puede ver la ópera tranquilamente, escogiendo cada vez el bailarín, el actor o el cantante; pero no puede verlo todo simultáneamente y si decide abandonar la sala donde se encuentra el bailarín para ver al actor, se perderá lo que está haciendo el bailarín. La app permite que el espectador pueda ver más, pero tendrá que decidir igualmente: ¿en cuál me quedo “en vivo y en directo”? ¿cuál veo desde el móvil? Todo esto puede llegar incluso a estresar al espectador, acostumbrado a que se le ofrezca una historia lineal en la que no tiene que hacer nada más que disfrutar de manera pasiva.
Una solución a este posible estrés es ir a ver la ópera más de una vez, disfrutando cada vez de una experiencia diferente. Aceptando, al final, que es casi imposible poder disfrutarlo ‘todo’ ya que no hay una experiencia única que disfrutar, más bien es el espectador el responsable de crear su propia experiencia y aceptarla como tal.
Re-invención de la ópera
De todos modos, y como conclusión final, creemos que una iniciativa como esta es realmente acertada. Probar nuevas cosas, ser innovador e introducir el “odiado” dispositivo móvil en una ópera haciendo que este participe es una gran idea.
¿alguien duda a estas alturas que el mundo es mobile?. Todo se va a convertir en mobile. Me parece una gran idea esta de introducir el Smartphone en la opera!. Es más, yo creo que el mobile se va a introducir en muchos más sectores de los que creemos, hasta en aquellos más tradicionales.
Gracias por el post!!
Un saludo.