Héores de nuestro tiempo (la era digital)
Estamos en un momento de transición. Como decimos a veces en este blog, vivimos un cambio de paradigma en el que las definiciones de lo que ha sido nuestra vida hasta ahora no sirven para definir nuestro presente y nuestro futuro. Como en todas las épocas que ha pasado la humanidad, este estado de transición puede provocar grandes desastres. Recordemos la sentencia de muerte a Sócrates, Giordano Bruno quemado en la hoguera… entre otros muchos casos en los que las teorías expuestas por un pensador o científico se salen de lo ‘normal’ y entonces es condenado a muerte.
Aaron Swartz, programador, escritor y activista de internet
Hoy hablaremos de Aaron Swartz, programador, escritor y activista de internet nacido en 1986 y fallecido en 2013. Según Wikipedia, Aaron a los 14 años fue coautor de las especificaciones RSS que hoy en día todos usamos, codiseñó el formato del lenguaje Markdown que estamos tan acostumbrados a utilizar en foros, ayudó a crear la capa de código de las licencias de Creative Commons y fundó una empresa que más tarde se fusionaría con Reddit entre otros muchos proyectos. En 2011 fue arresto por -supuestamente- haber programado un script que posibilitaba la descarga de más de 4 millones de documentos académicos, reseñas, y publicaciones de la base de datos JSTOR protegidas con copyright en diciembre de 2010 y después haberlos compartido en webs para compartir archivos, aunque no había evidencia de ello.
Para poder acceder a la valiosa base de datos de JSTOR hace falta una suscripción y a menudo los usuarios con más privilegios comparten contraseñas con otros usuariosmenos privilegiados, para que estos puedan también acceder a la información y realizar sus investigaciones con el máximo de información posible. En el año 2008 Aaron escribió el «Guerrila Open Access Manifesto». Leamos algunos fragmentos:
La información es poder. Pero como todo poder, hay quienes quieren quedarse con él. Todo el patrimonio cultural y científico del mundo, publicado durante siglos en libros y diarios, continúa siendo digitalizado y guardado por un puñado de corporaciones privadas. […]
[…] como si compartir la riqueza del conocimiento fuese el equivalente moral a saquear un barco y asesinar a su tripulación. Compartir no es inmoral: es un imperativo moral. Solo quienes están cegados por la ambición podrían rehusarse a dejar que un amigo obtenga una copia [de los documentos guardados celosamente en bases de datos]. […] No hay justicia al cumplir leyes injustas. Es hora de salir a la luz y, siguiendo la tradición de la desobediencia civil, oponernos a este robo privado de la cultura pública.
Aaron, involucrado en detener la ley SOPA
En este vídeo podemos ver a Aaron explicar cómo cuando entran en juego los derechos de autor las leyes son realmente más duras. Aaron contribuyó a parar la ley SOPA «Stop Online Piracy Act», que hubiera supuesto un retroceso muy grande en la libertad de expresión en internet y la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos censurara sitios web en su totalidad, así como bloquear resultados de búsqueda en internet, bloquear publicidad de la web,… Si queréis saber más, sólo tenéis que ver el vídeo donde, además, Aaron plantea algunas cuestiones realmente dignas de reflexión:
«Hay una batalla ahora mismo. Una batalla para definir todo lo que pasa en internet en términos que la ley tradicional entienda. ¿Es compartir un vídeo en Bittorrent como robar un vídeo en una tienda? ¿O es como prestar una cinta a un amigo? ¿Es la libertad de conectarse [poder acceder a todos los sitios web de internet] como la libertad de expresión?»
Detener la ley SOPA unió a multitud de webs en un apagón en 2012. Así, en enero de 2012 ocurrió el apagón de Wikipedia en inglés y Google se sumó a la protesta con un doodle especialmente dedicado a la ocasión. La protesta fue más seguida por particulares que no por grandes empresas. Durante esa época si visitábamos webs a menudo podíamos ver banners de protesta contra la ley SOPA.
Héroe de la era digital
La familia y la pareja de Swartz crearon una página web a modo de memorial con la siguiente cita: «Usó sus prodigiosos talentos como programador y tecnólogo no para enriquecerse, sino para hacer Internet y el mundo un lugar más justo y mejor». Este es un caso en el que una persona actúa siguiendo sus convicciones, luchando por frenar la censura en internet (fundó la web demandprogress.com) y por crear un mundo mejor donde la información es libre (pensemos también en el movimiento Wikileaks) es vencido totalmente por la lógica de unas leyes que favorecen totalmente al mercado. Al fin y al cabo, el delito que se supone que Aaron cometió fue no respetar unos derechos de autor que eran explotados por unas empresas.