Falsa escasez digital: Flappy Bird
Flappy Bird es un videojuego para iOS y Android que se publicó en mayo del 2013. Desarrollado por Dong Nguyen, desarrollador de videojuegos indie. El pasado mes de febrero este videojuego fue retirado del App Store y de Google Play por el propio desarrollador alegando que aguantaba más.
El videojuego era muy viciante y, a la vez, muy frustrante, por lo que los usuarios se quedaban enganchados al juego intentando superar sus puntuaciones. Por su alta adictividad, el desarrollador prefirió dar de baja el juego del App Store y de Google Play.
Falsa escasez digital
Si juntamos la retirada del juego + la gente que ya tiene descargado el juego en sus móviles, obtendremos dos cosas: 1) Los listos que venden en Ebay su móvil con el juego instalado a precios desorbitados. 2) Los que, con afán de coleccionista, se sienten orgullosos de tener aún instalado Flappy Bird en sus móviles. Todo esto nos remite a la escasez en la era digital. En un medio digital las reproducciones de un mismo producto son infinitas, sin coste adicional. A diferencia del mundo físico en el que para reproducir un videojuego (un cartucho, pongamos) hay un coste de fabriación, distribución, etc. Entonces, en este mundo infinito (el mundo digital), ¿qué pasa cuando imponemos las limitaciones típicas del mundo físico? Obtenemos una falsa escasez digital. Hace poco hablamos de sedition, dedicados a vender obras de arte digitales en ediciones limitadas.
¿Estrategia de marketing?
El desarrollador de Flappy Bird explica que quitó el juego del App Store y de Google Play porque resultaba demasiado adictivo. Las razones son estrictamente “nobles” en el sentido de que ha retirado el juego por el bien de los jugadores, incluso cuando cada día estaba obteniendo una generosa cantidad de ingresos gracias a la publicidad del juego. De todos modos, justo después de retirar el juego ha habido, como hemos explicado, un fenómeno de “histericismo” alrededor del mismo. Gente que lo quiere descargar, merchandising, venta de móviles en Ebay, noticias constantes sobre si el juego volverá o no… Flappy Bird ha conseguido, queriéndolo o no, una gran comunidad de usuarios deseosos de jugar y deseosos de obtener merchandising. Sin duda alguna, podemos aprender de este fenómeno para posibles futuras estrategias de marketing.