La respuesta de Hachette
Los dos últimos días hemos dedicado el blog a comentar la opinión de los autores y de Amazon respecto a la lucha existente por el precio de los libros electrónicos entre Amazon y la editorial Hachette. Por un lado, tenemos a los autores que, cansados de verse en medio de esta lucha, decidieron unirse y publicar un anuncio a toda página en el New York Times. Por otro lado, tenemos a Amazon con sus argumentos en la carta que publicó en la web ‘Readers United’. Hoy nos proponemos comentar la respuesta que Hachette ha ofrecido públicamente a los e-mails que han recibido por parte de los lectores.
La opinión de Hachette
Encontramos la carta en la web del New York Times y va dirigida a los lectores (no nos extraña, ya que tanto los autores como Amazon publicaron sus cartas dirigidas a los lectores). La carta empieza reconociendo el interés del lector por los libros, ya que se ha tomado el tiempo necesario para escribir. La primera declaración es contundente: “Hachette determina los precios de nuestros libros en solitario, no en connivencia con nadie.” Sigue:
“Fijamos el precio de los libros electrónicos por debajo de los libros impresos, reflejando el ahorro en producción y envío. Más del 80% de los ebooks que publicamos valen $9.99 o menos. Los que tienen precios más elevados de $11.99 y $12.99 valen menos de la mitad que su versión impresa. Los ebooks con estos precios elevados tendrán pronto una versión más económica, cuando la versión de bolsillo se publique. La invención del mercado masificado de libros de bolsillo fue genial para todos porque no tenía como objetivo reemplazar los libros tradicionales (de tapa dura), sino crear un formato nuevo disponible con posterioridad, a un precio más económico. Como editores, trabajamos para ofrecer una gran variedad de libros buenos a los lectores, en una variedad de precios y formatos. Sabemos por experiencia que no hay un precio adecuado para todos los libros electrónicos, y que todos los libros electrónicos no pertenecen a la misma caja de $9.99. A diferencia de los distribuidores, los editores invierten de manera muy fuerte en libros individuales, a veces durante años, antes de ver ningún beneficio. Invertimos en avances de derechos de autor, edición, diseño, producción, marketing, almacenes, logística, protección contra piratería y más. Recuperamos estos costes a través de las ventas de todas las versiones del libro que hemos publicado (tapa dura, libro de bolsillo, audio y ebooks). Mientras que los libros electrónicos no tienen el coste de $2-$3 dólares en concepto de producción, almacenaje y envío que los libros impresos tienen, su precio sigue representando una parte de la inversión que hemos hecho en el libro. Esta disputa ha empezado porque Amazon está buscando más beneficios y más mercado, a expensas de los autores, librerías y nosotros mismos. Tanto Hachette como Amazon son grandes empresas y ninguna de nosotras debería reclamar un monopolio en este sentido, pero creemos en una industria del libro donde el talento es respetado y donde se ofrecen opciones a los lectores.
Otra vez, pedimos a Amazon que retire las sanciones que unilateralmente ha impuesto en contra de los autores de Hachette y que reestablezca la disponibilidad normal de los libros. Estamos negociando de buena fe. Estas acciones punitivas no son necesarias, ni lo que cabe esperar de un socio en quien confiamos.”
La estrategia de precios de Hachette
Hachette explica su estrategia de fijación de precios para justificarse a sí misma. Si bien considera una gran ventaja que existan versiones de bolsillo de los libros y versiones electrónicas, nos explica que primero se publica la versión en tapa dura del libro impreso y que una vez ha salido la versión de bolsillo, el libro digital puede también reducir su precio. En este sentido, lo que se consigue desde Hachette es que el bajo precio del ebook no frene las ventas del libro de tapa dura (en ocasiones, como ellos mismos dicen, puede costar más del doble que el precio del ebook). Si el libro impreso cuesta 40 dólares y el libro digital cuesta 10 dólares, se entiende que el libro digital podría estar dañando las ventas del libro impreso. En este sentido, para Hachette es importante poder continuar con las ventas de los libros impresos. Al fin y al cabo, ahora mismo para las editoriales la mayoría de beneficios proviene de los libros impresos, ¿en qué momento querrían estas editoriales suicidar su propio negocio del libro impreso? Mientras puedan -mientras los lectores prefieran libros impresos, mientras la urgencia de comprarlos les pueda-, Hachette aprovechará este sistema que le viene dando grandes frutos desde hace años. Y no se les puede culpar.
Más beneficios a expensas de los autores
Hachette acusa a Amazon de querer obtener más beneficios a expensas de los autores. Esto es así porque si se vendiera el ebook a 10 dólaresen vez del libro impreso a 40 dólares, los autores acabarían obteniendo menos ingresos. Como pudimos leer en otra entrada, Amazon explica que cuánto más barato es un ebook más ventas consigue y que, por lo tanto, más beneficios consiguen los autores.
Como podemos ver, cada uno de los agentes implicados tiene su propio punto de vista. Ahora tendríamos que preguntarnos qué piensan los lectores de todo esto. La semana que viene publicaremos en el blog una recopilación y un análisis de los comentarios que los lectores han ido dejando en diferentes blogs.