Liber 2012: editores con ganas, pero con miedo a las Apps
Ayer estuvimos en Liber 2012, la 30º feria internacional del libro que se celebraba en Barcelona. Este año la temática de las jornadas Liber era la de “Hacia una nueva industria editorial”, haciendo referencia al auge de la edición digital de los dos últimos años.
Interés creciente en edición digital de libros enriquecidos: Apps
Las jornadas de Liber de este año nos ofrecen varias conferencias y mesas redondas entorno al mundo del libro digital enriquecido. Por ejemplo, ayer se realizó la mesa redonda sobre “Aplicaciones: el futuro de la edición infantil”, se ha hablado también del “ISBN y los libros digitales”, “Tendencias digitales en el mundo del libro”, “Los desafíos de la propiedad intelectual en el ámbito digital” y hoy se realizará la conferencia “Libros digitales, libros enriquecidos y aplicaciones: qué son y qué no son”.
Mesa redonda “Aplicaciones: el futuro de la edición infantil”
Asistimos a la mesa redonda sobre edición infantil de libros enriquecidos (Apps) en la que participaron Marga Martínez de editorial Sanoen, Karina Ibarra de Arquinauta Consulting, Noemí Pes de la editorial La Tortuga Casiopea y Arturo Puig de ItBook. El moderador era Javier Celaya, socio director de Dosdoce.
Había muchísima gente de público y, además, la mayoría tomaba apuntes de todo lo que se decía. Se nota el creciente interés en este nuevo formato de edición. Se habló también de precios, de si era mejor publicar para iOS o para Android, del mercado hispanoamericano y de otras muchas cosas interesantes.
Editores: ganas y miedo
Estuvimos hablando con varios editores de la feria y nos dimos cuenta de que muchos de ellos tienen miedo al precio de las aplicaciones y al poco retorno que estas pueden ofrecer en contraposición con sus costes. El mercado de las aplicaciones es totalmente nuevo, al menos en relación a los años que hace que la industria editorial tradicional lleva en marcha, por lo que los editores carecen de datos reales para hacer cálculos y carecen de herramientas de promoción y márqueting. Todo esto hace que el editor tenga la sensación de que tiene que acercarse al mundo de la edición digital en formato de Apps, pero que lo deje “para más adelante” para no tener que enfrentarse a los miedos que esto supone.
Cuando el programador no entiende de edición
Todas las editoriales con las que hablamos comparten una misma preocupación: la empresa de programación que desarrolla el libro digital enriquecido -es decir, la App-, no entiende de edición y, por lo tanto, hace de mero ejecutor de las ideas del editor. Pero el editor desconoce totalmente qué posibilidades ofrece la programación a medida y qué precios tiene. Esta relación no fluida entre editor y programador hace que los libros no desplieguen todo su potencial.