Los derechos de autor en un libro enriquecido (App)
En un libro impreso, encontramos diferentes tipos de protecciones a los derechos de los autores. Encontramos, resumidamente, protección para las imágenes, protección para el texto y protección de la edición.
Edición digital de libros enriquecidos: más autorías a proteger
En la edición digital de libros enriquecidos hay otro tipo de autorías a proteger. Por ejemplo, como ya insinuamos en otra entrada, tenemos que tener en cuenta la autoría del código que hace posible este programa informático. Así, por un lado tenemos el programa informático (todos los archivos que contienen información de cómo actuará el programa/libro y qué nivel de interactividad tendrá): el código; por otro lado tenemos el propio diseño de cómo será el libro/app: la edición; y, por otro lado, todos los contenidos en sí (imágenes, vídeos, música, textos, etc.).
El código
Así, veemos que en la cadena de protección se nos añade un nuevo nivel de protección: el código. El código es, como ya dijimos, las entrañas de nuestro libro enriquecido. Estas entrañas son las que hacen posible que funcione, que responda a nuestras acciones y que muestre el contenido. Este código es el ‘medio’ que nos permite hacer llegar el libro.
Un nuevo paradigma
Este nivel de protección nunca ha sido contemplado en el mundo de la edición. Nos encontramos, como explicamos en anteriores entradas, delante de un nuevo paradigma. La editorial, por ejemplo, encarga a un equipo de programación la realización de un libro enriquecido. La editorial decide cómo será exactamente este libro y los programadores sólo tienen que programarlo. En un escenario normal, la editorial podría sostener derechos de autor sobre la idea de cómo funcionará el libro y el equipo de programación conservaría derechos de autor del propio código. Todo esto es así porque una misma idea generada por una editorial puede ser realizada de diferentes maneras a través del código. Así, la programación es una tarea creativa en la que los programadores tienen que pensar la manera más económica -si se puede- de realizar cierta acción.
El intérprete digital
El caso del que estamos hablando, en el que la editorial cuenta a un equipo de programadores cómo quiere que sea su programa al 100%, es hoy en día un escenario bastante difícil de conseguir. Si las editoriales no disponen de la figura del intérprete digital, que sería el de una persona con un perfil híbrido entre estudios informáticos y estudios humanísticos (por ejemplo, la carrera de Multimedia con la de Filosofía), no podrán decidir al 100% cómo quieren que sea el libro que están encargando, ya que no pueden saber qué es lo que se puede hacer y qué es lo que no, ni cuál es la mejor manera de hacerla, etc.
En definitiva…
Entendemos estas entradas sobre edición digital como reflexiones sobre los retos que el nuevo paradigma de la edición digital nos está brinando. No son apuntes definitivos,… son solo reflexiones acerca de todo lo que aún está por definirse y entenderse. En este sentido, no llegamos a ninguna conclusión y sólo pretendemos dejaros con más preguntas en la cabeza.