¿Dónde queda la figura del librero independiente en la era digital?
Estamos hablando constantemente de libros interactivos para iPad y Android, revistas interactivas para tabletas, distribución internacional a través de las tiendas de Apps, pero… ¿Y las librerías? ¿Cuál es su papel en la nueva era digital?
¿Librerías digitales?
Cuando un bibliófilo va a una librería, lo que espera encontrar en ella es una especie de “línea curatorial” en la que se sepa que la mayoría de libros que encontrará en la librería son de calidad. ¿Y qué hacemos cuando buscamos un libro que trate de una temática en concreto? Preguntar al librero. El librero es una figura realmente importante en la cultura contemporánea. Ya lo era antes, evidentemente, pero hoy en día, con la proliferación de libros publicados y también con el negocio millonario que hacen algunas editoriales, hace falta una figura independiente capaz de discernir entre lo que será un clásico y lo que es mera moda -o, básicamente, lo que es mero producto de marketing. No vale con que las editoriales paguen por estar en primera fila de los escaparates.
La era de las publicaciones digitales hace que desaparezcan las librerías
En la era de las publicaciones digitales, sigue habiendo editoriales pero desaparecen las tiendas, las librerías. Los libros impresos se distribuyen a través de centenares de miles de librerías, pero los libros digitales se distribuyen a través de sólo unas cuantas “librerías”. Esto quiere decir que estas librerías digitales no se pueden especializar, no pueden ser independientes de ninguna manera. Son propiedad de Amazon, de Apple, de Google,… de grandes multinacionales con intereses económicos que se escapan de nuestro entendimiento.
La pérdida de independencia
¿Qué hacemos ante la pérdida de esta independencia? Cuando vamos a la App Store y encontramos que siempre hay los mismos 10 libros en el Top Ten, y que esos 10 libros, realmente mainstream, no coinciden con nuestros gustos y con lo que buscamos. ¿Qué hacemos para descubrir libros realmente buenos entre los millones de libros que hay? ¿Quién nos ayudará a buscar?
En este sentido, faltaría la figura del librero digital. En cierto modo, están empezando a aparecer. Lo que hacen es publicar un blog con reseñas de libros digitales publicados. Por ejemplo, Martin Brink de Digital Photo Book tiene un blog dedicado exclusivamente a libros digitales de fotografía -y que valgan la pena-. Lo que pasa es que no es un oficio monetizable, de momento -y si lo fuera ¿dejaría de ser independiente?-, y, por lo tanto, muchas de estas iniciativas quedan abandonadas. El mismo Martin Brink confesó que no podía actualizar tan a menudo como creía su blog.