Un cambio de paradigma: hacemos las mismas cosas, pero las hacemos diferente
Esta semana ha empezado el “Curso on-line de diseño y conceptualización de apps” con un alumnado totalmente heterogéneo, desde diseñadores gráficos, directores de arte, diseñadores de producto, comunicades,… Todos ellos comparten una misma característica: son multidisciplinares. Característica realmente imprescindible en la era actual, donde tenemos que saber hacer muchas cosas para poder “conectar los puntos” (connecting the dots, como decía Steve Jobs en su conferencia en Stanford).
Para poder explicar la revolución app no hay nada como ser humildes e ir al origen de la cuestión: las personas siguen siendo personas, siguen teniendo las mismas necesidades, pero las satisfacen de maneras diferentes. Estas nuevas maneras de satisfacer necesidades pueden aportar más satisfacción -y, supuestamente, más felicidad- a los usuarios o pueden aportar menos satisfacción. De todos modos, lo más probable es que estas nuevas soluciones digitales aporten al usuario una manera más eficaz de conseguir sus objetivos. Objetivos que, como he dicho, siempre son los mismos.
Cambio de paradigma: hacemos las mismas cosas, pero de manera diferente
Si analizamos la cuestión, encontramos que las apps ofrecen a los usuarios maneras alternativas de realizar ciertas acciones. Correr, comer, dormir, comunicarnos, saber qué tiempo hace, ver la tv, leer, escribir… Las necesidades siguen siendo las mismas, pero las apps ofrecen maneras alternativas de realizar estas acciones. Tenemos ejemplos de todo tipo. Whatsapp nos ayuda a comunicarnos con nuestra familia y amigos. La app de TV3 nos permite ver la televisión más allá de la televisión… hay apps de todo tipo y para realizar todo tipo de cosas. Pero seguimos siendo humanos y seguimos teniendo las mismas necesidades.
¿Y dejamos de leer?
Esta es una gran pregunta que venimos haciéndonos desde hace tiempo. ¿Deja la gente de tener la necesidad de leer en la era de las apps y de las redes sociales? ¿Es leer en Facebook y en Twitter también leer? ¿Las necesidades de las personas han cambiado? ¿Han dejado de necesitar consumir narraciones? ¿Buena literatura? Es una gran pregunta que tenemos que ir haciéndonos. Hace tiempo hablamos en este blog de la nueva generación de lectores. Leer se ha convertido en una experiencia diferente. No sé si hay marcha atrás -sin duda, borrarse de Facebook y Twitter es un acto reivindicativo, ¿pero cuántos de nosotros estamos dispuestos a hacerlo?-. Y los niños que crezcan rodeados de pantallas, ¿cómo lo harán para entender una vida sin pantallas? Hay seminarios de desintoxicación digital, hay gente rebelde, hay gente que sabe no vivir enfrente de una pantalla, pero los hay que tienen sexo mientras sostienen su teléfono… La sociedad está cambiando a diario y por mucha postura apocalíptica que tomemos, ya no hay manera de volver al estado 0. Esto es un punto de inflexión. Lo que nos toca a partir de ahora es definir las nuevas reglas del juego.
Definiendo las nuevas reglas del juego
La mejor manera de no verse atropellado por este nuevo cambio de paradigma y por todos los cambios que están sucediendo es liderar el cambio. ¿Que no hay nada para leer en dispositivos móviles y tabletas? Creemos este contenido. Huir de las redes sociales porque no nos permiten leer no hará que el mundo cambie. La única manera de cambiar el mundo es actuando sobre la realidad más real que exista. Y la realidad que tenemos enfrente de nuestras narices es, precisamente, la de que la gente no lee en dispositivos móviles. Preguntémonos el por qué. Planteémonos si es que no está fallando el sistema editorial, ya que la gente sigue queriendo hacer las mismas cosas. Y hace unos años leía.